Maria Grazia Rosin nació en Cortina d'Ampezzo, pero vivió y trabajó en Venecia. Realiza investigaciones y estudios más detallados sobre su pasión por el arte en la Academia de Bellas Artes de Venecia. En 1992 descubrió una nueva pasión: el arte del vidrio soplado y poco después empezó a colaborar con los grandes maestros de Murano, experimentando formas, colores y transparencias. Maria Grazia Rosin encontró en el vidrio el material más adecuado para expresar su rica imaginación figurativa. La masa fluida de vidrio permite transformar sus dibujos en formas concretas, inspirada en su admiración por el mundo submarino (como las medusas filamentosas y los pólipos con tentáculos de colores). Hoy, el vidrio está en el centro de su trabajo de investigación y experimentación. La obra de Maria Grazia Rosin forma parte de las colecciones del Corning Museum of Glass de Nueva York; el Museo Kunst de Düsseldorf y también en el Museo del Cristal de Murano.